06 octubre 2005

La nueva estrategia de Diez para apoyar a Piñera

La nueva estrategia de Diez para apoyar a Piñera
El presidente de RN dijo que Augusto Pinochet no habría sido candidato de las FFAA de haberse sabido de los atropellos a las garantías fundamentales y su enriquecimiento ilícito, hechos que según Diez su sector no conocía: “La derrota que nosotros sufrimos fue buena para el país”.

La Nación


La semana pasada apostó a socavar la votación lavinista con un discurso sustentado en la seguridad ciudadana. Ayer arremetió en la búsqueda del electorado de centro y usó para ello la celebración de los 17 años del triunfo del No en una operación donde fue ayudado por Sergio Diez. Y es que Sebastián Piñera le ha hecho honor en estos días a su apodo de “locomotora” en su afán de forzar una segunda vuelta que lo tenga como protagonista.
Esto explica sus constantes críticas a Joaquín Lavín y el coqueteo con la falange. Intentó reunirse ayer con el ex Presidente Patricio Aylwin y al no conseguirlo fijó cita con el senador “chascón” DC Gabriel Valdés. El histórico dirigente lo recibió en su oficina de Las Condes, pero aunque reconoció que el abanderado de RN estuvo en el mismo bando en el plebiscito de 1988, advirtió que eso no lo convierte en figura de la Concertación.
“Él es un líder de la derecha y yo soy un democratacristiano que apoyo a Michelle Bachelet. Voy a votar por ella y creo que va a ser una gran Presidenta. Eso no quita que sea muy amigo de Sebastián, porque fui íntimo amigo de su madre, de su padre, y sigo siéndolo de sus hermanos. Él no es democratacristiano. Es un error de parte de él, no cabe la menor duda”, comentó el legislador, que afirmó en que tras las elecciones ambos estarán contentos “de tener una mujer que nos presida”.
Sin intimidarse por la precisión de Valdés, Piñera agregó que los une el ser demócratas y que aunque respeta la opción presidencial de la figura emblemática de la DC, no la comparte.
El empresario dirigió sus dardos, de nuevo, a Joaquín Lavín, a quien le imputó la tardanza que tiene para darse cuenta de ciertas verdades: “Siempre hay algunos que van atrás de la historia. Lo importante es que otros vayan haciendo historia”. Agregó que lo del ‘88 es una de sus diferencias con el ex alcalde de Santiago y con la UDI. “Hoy día ellos se han dado cuenta de su error y me alegro que así sea. Pero también es cierto que durante los últimos 10 años yo he luchado por hacer más democrática la Constitución”, postuló Piñera, quien añadió que el problema del gremialismo es precisamente que sus ciclos de análisis se extienden por más de una década.
De este modo, Piñera inició una ofensiva anunciada en su campaña: conquistar el voto popular-conservador, a través de la delincuencia, y el sufragio blando de la DC, mediante su cercanía biográfica con personeros de esta colectividad.
RESPALDO
A menos de 70 días de los comicios, ningún paso se improvisa y así quedó de manifiesto cuando el ex representante ante Naciones Unidas de la dictadura Sergio Diez salió a respaldar la estrategia del abanderado de su partido de desmarcarse del régimen militar: “Fui el primer engañado por el Gobierno cuando yo dije en Naciones Unidas lo que el Gobierno repartía impreso a todos los países que tenían relaciones con nosotros”, reconoció en relación a la negación que hizo en los ’70 de la existencia de detenidos desaparecidos.
Diez añadió: “Si el plebiscito hubiera sido hoy, yo evidentemente lo habría votado en contra, pero por las circunstancias que existían en ese tiempo el partido tomo una resolución que yo cumplí” (en rigor, el ’88 Diez no militaba en Renovación). Según el timonel la determinación se basó en un temor no justificado al retorno democrático. En este mismo sentido, aseguró que Augusto Pinochet no habría sido candidato de las FFAA ese año de haberse sabido de los atropellos a las garantías fundamentales y su enriquecimiento ilícito, hechos que según Diez su sector no conocía. “La derrota que nosotros sufrimos fue buena para el país”, concluyó.
Respecto de esta suerte de mea culpa, el ministro del Interior, Francisco Vidal, opinó ayer que “le hace bien al país” que gente importante, como el presidente de RN, revisite la historia y opine que hoy habría votado por el No. El secretario de Estado sostuvo que “nunca es tarde” para reconocer los errores, aunque advirtió que casi todos los militantes de RN estuvieron con la dictadura. Uno de ellos, el otro senador histórico de Renovación, Sergio Romero -emblemático rostro del ala “dura”-, fue algo enigmático y sólo comentó que “de los arrepentidos es el reino de los cielos”.
Pero contrario al Lavín que hace unos meses casi escandalizó a su partido con una alocución similar a la de Diez, el abanderado gremialista ayer no quiso espantar al electorado conservador al que ha apelado con sus palabras en torno a la delincuencia y no tuvo cuestionamientos respecto de la alternativa del Sí que asumió en el plebiscito. Se limitó a destacar que la transición ha sido ejemplar: “Personalmente, no me gusta seguir dividiendo a la gente por dónde estuvo en el pasado. Da lo mismo si estuvo acá o estuvo allá. Somos todos chilenos y lo que importa hoy día es solucionar los problemas del futuro”. LNEl presidente de RN dijo que Augusto Pinochet no habría sido candidato de las FFAA de haberse sabido de los atropellos a las garantías fundamentales y su enriquecimiento ilícito, hechos que según Diez su sector no conocía: “La derrota que nosotros sufrimos fue buena para el país”.

La Nación

La semana pasada apostó a socavar la votación lavinista con un discurso sustentado en la seguridad ciudadana. Ayer arremetió en la búsqueda del electorado de centro y usó para ello la celebración de los 17 años del triunfo del No en una operación donde fue ayudado por Sergio Diez. Y es que Sebastián Piñera le ha hecho honor en estos días a su apodo de “locomotora” en su afán de forzar una segunda vuelta que lo tenga como protagonista.
Esto explica sus constantes críticas a Joaquín Lavín y el coqueteo con la falange. Intentó reunirse ayer con el ex Presidente Patricio Aylwin y al no conseguirlo fijó cita con el senador “chascón” DC Gabriel Valdés. El histórico dirigente lo recibió en su oficina de Las Condes, pero aunque reconoció que el abanderado de RN estuvo en el mismo bando en el plebiscito de 1988, advirtió que eso no lo convierte en figura de la Concertación.
“Él es un líder de la derecha y yo soy un democratacristiano que apoyo a Michelle Bachelet. Voy a votar por ella y creo que va a ser una gran Presidenta. Eso no quita que sea muy amigo de Sebastián, porque fui íntimo amigo de su madre, de su padre, y sigo siéndolo de sus hermanos. Él no es democratacristiano. Es un error de parte de él, no cabe la menor duda”, comentó el legislador, que afirmó en que tras las elecciones ambos estarán contentos “de tener una mujer que nos presida”.
Sin intimidarse por la precisión de Valdés, Piñera agregó que los une el ser demócratas y que aunque respeta la opción presidencial de la figura emblemática de la DC, no la comparte.
El empresario dirigió sus dardos, de nuevo, a Joaquín Lavín, a quien le imputó la tardanza que tiene para darse cuenta de ciertas verdades: “Siempre hay algunos que van atrás de la historia. Lo importante es que otros vayan haciendo historia”. Agregó que lo del ‘88 es una de sus diferencias con el ex alcalde de Santiago y con la UDI. “Hoy día ellos se han dado cuenta de su error y me alegro que así sea. Pero también es cierto que durante los últimos 10 años yo he luchado por hacer más democrática la Constitución”, postuló Piñera, quien añadió que el problema del gremialismo es precisamente que sus ciclos de análisis se extienden por más de una década.
De este modo, Piñera inició una ofensiva anunciada en su campaña: conquistar el voto popular-conservador, a través de la delincuencia, y el sufragio blando de la DC, mediante su cercanía biográfica con personeros de esta colectividad.

RESPALDO

A menos de 70 días de los comicios, ningún paso se improvisa y así quedó de manifiesto cuando el ex representante ante Naciones Unidas de la dictadura Sergio Diez salió a respaldar la estrategia del abanderado de su partido de desmarcarse del régimen militar: “Fui el primer engañado por el Gobierno cuando yo dije en Naciones Unidas lo que el Gobierno repartía impreso a todos los países que tenían relaciones con nosotros”, reconoció en relación a la negación que hizo en los ’70 de la existencia de detenidos desaparecidos.
Diez añadió: “Si el plebiscito hubiera sido hoy, yo evidentemente lo habría votado en contra, pero por las circunstancias que existían en ese tiempo el partido tomo una resolución que yo cumplí” (en rigor, el ’88 Diez no militaba en Renovación). Según el timonel la determinación se basó en un temor no justificado al retorno democrático. En este mismo sentido, aseguró que Augusto Pinochet no habría sido candidato de las FFAA ese año de haberse sabido de los atropellos a las garantías fundamentales y su enriquecimiento ilícito, hechos que según Diez su sector no conocía. “La derrota que nosotros sufrimos fue buena para el país”, concluyó.
Respecto de esta suerte de mea culpa, el ministro del Interior, Francisco Vidal, opinó ayer que “le hace bien al país” que gente importante, como el presidente de RN, revisite la historia y opine que hoy habría votado por el No. El secretario de Estado sostuvo que “nunca es tarde” para reconocer los errores, aunque advirtió que casi todos los militantes de RN estuvieron con la dictadura. Uno de ellos, el otro senador histórico de Renovación, Sergio Romero -emblemático rostro del ala “dura”-, fue algo enigmático y sólo comentó que “de los arrepentidos es el reino de los cielos”.
Pero contrario al Lavín que hace unos meses casi escandalizó a su partido con una alocución similar a la de Diez, el abanderado gremialista ayer no quiso espantar al electorado conservador al que ha apelado con sus palabras en torno a la delincuencia y no tuvo cuestionamientos respecto de la alternativa del Sí que asumió en el plebiscito. Se limitó a destacar que la transición ha sido ejemplar: “Personalmente, no me gusta seguir dividiendo a la gente por dónde estuvo en el pasado. Da lo mismo si estuvo acá o estuvo allá. Somos todos chilenos y lo que importa hoy día es solucionar los problemas del futuro”. LN